Grimorios y
Tratados demoníacos. El rey Salomón y los primeros exorcismos.
Buenos días lector:
Comencemos
con este fin de semana con un artículo que va a complementar otro anterior que
era el Los Martillos de brujas; siendo este una antítesis o la doble cara de la
moneda. No debemos olvidar que si hacía falta escribir libros para acabar con
la brujería y el culto al demonio es porque existían libros que hablaban
precisamente de la magia y el diablo.
¡Y no
pocos!
Durante
la Edad Media y Moderna las creencias estaban bajo la mano de la religión y la
superstición, así que no es de extrañar la creencia en la magia y en un ser
mencionado en las Escrituras Sagradas.
Lo
que sí es de extrañar es quién escribía acerca de magia: los clérigos y hombres
relacionados con la Iglesia. Los mismos que no paraban de escribir tratados y
libros acerca de cómo combatir y acabar con la herejía sin embargo ellos mismos
difundían aquello que quería exterminar.
Los
grimorios eran libros de magia natural y ritual que contenían oraciones, símbolos,
grabados e invocaciones para espíritus. Algunos clérigos incluso Papas se
volcaron a fondo en el estudio de estos libros singulares.
¿Y
por qué unos libros que por algunos eran tachados de diabólicos y malignos eran
estudiados por cristianos?
Porque
sectores de la Iglesia consideraba que el “mago” al usar su magia y
conocimiento para expulsar demonios y siervos de Satán eran “actos de buenos
cristianos”. Esa era la razón de su difusión y estudio. Sus orígenes se
remontan al propio rey Salomón según el historiador Flavio Josefo. Se creía que
el rey Salomón tenía la capacidad de invocar a los espíritus y escribió “Las
clavículas”
Los
principios de las prácticas del exorcismo tendrían origen en esta Magia Natural
recogida en estos libros cuya evolución llegaría a lo que es conocido hoy en
día.
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