Los Lercaro.
Origen de la leyenda del pozo de Catalina
Buenos
días querido lector:
Rescatemos
otra curiosidad de la historia. Si bien es verdad que no es la primera vez que
escribo acerca de los Lercaro, la otra vez fue un relato y esta vez veamos la
historia de esta curiosa familia cuyo legado es nada menos que su casa (actual
museo, vecino del Cabrera Pinto).
Los
Lercaro eran una poderosa familia genovesa que se dedicaba al comercio. No nos
ha de extrañar que fueran de esta procedencia, por naturaleza los genoveses
eran célebres comerciantes de la Edad Moderna y, se sabe además, que los
genoveses realizaron incursiones a las Islas Canarias incluso antes que los
españoles.
Si,
así es, sólo que en conquistar los españoles llevaron la delantera.
En el
siglo XVI, tras la conquista, se instalaron en la ciudad de La Laguna y
levantaron su imponente casa. El padre de familia (Don Antonio) decidió casar a
su hija, Catalina, con un hombre mayor que ella (algo muy típico de la época).
Ella,
odiaba la idea de casarse con un hombre por conveniencia familiar. De modo que,
en su única manera de rebelarse, el mismo día de su boda decidió tirarse por el
pozo que había en el patio de la casa.
Al
suicidarse, se cuenta que no se pudo enterrar en suelo cristiano; la Iglesia
católica consideraba pecado el suicidio. Por este motivo se sospecha y se
cuenta que el cuerpo de Catalina fue enterrado en la misma casa.
Lo
que sí se sabe con seguridad es que, tras este hecho desgraciado, la familia
decidió mudarse a vivir a La Orotava; donde establecieron otra residencia.
(Donde recordemos que se encuentra el mausoleo masónico del Marqués de la
Quinta Roja, por ser también rechazado a ser enterrado en suelo cristiano).
Ante
tal dramática y bella historia no nos ha de extrañar que se cuenten historias
acerca de avistamientos de la dama fantasma del pozo de la casa Lercaro.
(Cuarto Milenio ha hecho un reportaje inclusive).
Atentamente,
Elena
Rojas
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