Marqués de la
Quinta Roja. Un Ponte masónico
Buenos días querido lector:
Vamos
a rescatar otra gran curiosidad histórica que encierra mi misteriosa tierra;
cuando tesoros históricos guarda donde menos se espera. Si supiesen los
turistas que lo más interesante no es nuestro clima ni nuestras playas, sino la
cantidad de peculiares personajes que fueron formando nuestra historia.
Hemos
visto grandes almirantes como Nelson y famosos corsarios como Amaro Pargo,
familias nobles como los Lercaro y edificios singulares como el Cabrera Pinto.
Así
que hoy vamos a meternos con la historia masónica. Canarias posee singulares
sitios masónicos, siendo de los más importantes de Europa aunque hoy en día
pueda pasar la gente por delante sin sospechar cuánto alberga en sus
interiores.
La
familia Ponte fue una de las familias nobles destacadas por excelencia, aparte
de su linaje, su riqueza provenía de sus ingenieros azucareros. Sin embargo, ni
la riqueza ni la sangre si quiera valdrá para el Marqués a la hora de
rechazarle la Iglesia para darle sepultura cristiana.
¿La
Iglesia negándose a enterrar a un noble cuando podía un corsario? ¿Cómo era
esto?
Pues
ni más ni menos que el VIII Marqués de la Quinta Roja, don Diego Ponte del
Castillo, era masón.
Su
madre, doña Sebastiana, al encontrarse que la Iglesia le negaba enterrar a su
hijo en suelo cristiano, tomó la decisión de construirle a su hijo un mausoleo
con jardín para gloria del fallecido masón. Y en esta decisión aceptaba a su
hijo plenamente su condición masónica, puesto que encargó al arquitecto francés
Adolph Coquet el mausoleo, uno masónico.
Así
que no es de extrañar que el jardín y la edificación estuviera llena de signos
masónicos, la estructura, los escalones, las verjas…todo acorde a la ideología
masónica. Finalmente, el marqués fue admitido en sepultura cristiana (aunque a
punto estuvieron madre en ser negados por la Iglesia).
Hoy
en día se puede visitar, aunque lamentablemente, al ser reformado, parte de la
distribución ha sido alterada, pero aún se ven claramente los elementos
masónicos.
Sin
embargo, este mausoleo masónico nunca albergó al fallecido Diego Ponte…
¿Por
qué?
Porque
la lucha encarnizada de su madre llegó hasta el mismísimo Vaticano y finalmente
pudo enterrar a su hijo en el panteón familiar. Pero, por fortuna, ya el
singular y único jardín estaba construido para toda la posteridad.
Atentamente,
Elena Rojas
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