Buenas tardes querido lector:
Y he aquí el final!!
-Tú
eliges, déjame marchar y sálvalo, si me coges, le dispararé y morirá. Fuiste la
única que me decías buenos días, él no me miró una vez y estaba obsesionado con
“La sombra”, me tenía delante todos los días…-.
-Así
sabías todo, cuando iban a venir por las noches, que planeaban porque los
escuchabas. Claro que tienes acceso a todo y
conoces esto bien, el edificio y los casos, la luz, las cámaras… es tu
trabajo- como era que no me había dado cuenta, ni sospechar.
-Nadie
vio capaz a un hombre de mantenimiento o a una mujer de limpieza… ni al sobrino
porque no había estudiado oficialmente… mi coartada perfecta-.
-Lárgate,
miserable, te cogeré y no merece que sacrifique a David por ti- decidí mientras
oía a las ambulancias. – Y yo no tenía nada con qué chantajearme- l espeté,
furiosa.
-¿No?
¿Recuerdas una vez que un joven guapo te pidió que lo ayudaras a fugarse con su
novia? ¿Qué su padre era policía y los buscaba para separarlos? Ayudaste a un
secuestrador violador que la policía llevaba años buscándolo por siete chicas
desaparecidas, iban a cogerle por fin… escapó gracias a ti. Era tan guapo que
sólo tenías ojos para él y no viste la asustada cara de la “novia”. Desde
entonces ha violado y prostituido a otras siete chicas y la policía no da con
él. A investigarlo di contigo… te enviaré datos para que lo cojas-.
“Te
enviaré datos para que lo cojas”
Fueron
sus últimas palabras, ni le vi marcharse, sólo tenía ojos para David que se
moría en mis brazos.
David
murió en mis brazos.
Le
eché la culpa a “La sombra” por dispararle.
Me
eché la culpa por no confiar en él.
A
“La sombra” se le cumplió su deseo y se le conoce por todo el país.
Todos
intentan darle caza.
Él
sigue resolviendo casos.
Es
la pesadilla de los asesinos.
El
sin vivir de los policías.
Yo,
al final, con el tiempo y pasando con paciencia experiencia por mis venas, le
seguí el rastro al secuestrador y tras años detrás suya le cogí.
Eso
sirvió para salvar a futuras víctimas suyas y a que mi nombre salga en la tele.
Limpiamente,
los datos que me enviaba “La sombra” nunca los vi, los quemaba.
Él
cree que tiene una deuda conmigo.
Ahora,
Nelson y yo… si Nelson, David murió en mis brazos, el chico destrozado y
obsesionado, volvió al ser del que una vez huyó… resolvemos casos juntos, pero
no perseguimos a “La sombra”… me dijo la verdad en lo referente a las muertes
de aquella noche… mientras no mate, no le daremos el gusto de obsesionarnos con
él otra vez como mucho investigadores están y permitiendo que se vengue.
Ahora,
ya cansada para la vida agitada que soñé y viví simplemente me limito a
contarte uno de los casos de tantos en que estuve.
No
fue mi caso como siempre pensé, pero sí el que marcó mi vida.
Y
el de “La sombra”.
¿Qué te ha parecido?
Atentamente,
Elena Rojas
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