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lunes, 11 de enero de 2016

Secreto de sangre: Fernando VII y fray Juan de Almaraz


Buenos días lector:


Hoy me gustaría compartir un oscuro y lamentable suceso que aconteció durante el reinado de Fernando VII. 

Fernando VII es uno de los reyes españoles absolutos más famosos por la dureza de su mano al reinar, su enorme poder acumulado y la famosa "Ley Sálica" donde procuró que a su muerte pudiera gobernar su hija Isabel II (en esta época las mujeres no podían heredar tronos, solo ser regentes o reinas consortes). Como es sabido, tuvo lugar una guerra de sucesión entre carlistas e isabelinos.

Sin embargo, este artículo a quien hace homenaje y se le quiere recordar es a fray Juan de Almaraz. Quien tuvo la desdicha de conocer un oscuro secreto el cual le iba a costar muy caro:

María Luisa era la madre de Fernando VII, esposa de Carlos IV conocido como "Rey cornudo". Pero la envergadura de los dichos "cuernos" realmente no se sabía y ponía en dicho la línea de sucesión puesto que una cosa es que la reina le fuese infiel al esposo y otra era quién era el padre de los catorce hijos que tuvo la reina.


La reina, en su momento le dijo a su confesor (fray Juan de Almaraz), estas temibles palabras: 

"Ninguno de mis hijos es de Carlos IV, la dinastía borbón se ha extinguido en España"



Imaginad la envergadura de tal confesión. No sólo Fernando VII era ilegítimo, por lo tanto ni era Borbón y ya su derecho al trono quedaba en entredicho y habría una disputa por él. Es más, la dinastía Borbón ha llegado a nuestros días en la Monarquía Española.

¿Cómo es posible? ¿Qué pasó para que Fernando VII siguiera gobernando?

He aquí que este humilde fraile gana el título de "El Conde de Montecristo español". El fraile, sin juicio y a escondidas se le encarcela durante quince largos años en una mazmorra fría y húmeda por un delito que era saber lo que no debía saber. Fue el propio Fernando VII quién dio la orden para que nadie cuestionara su reinado al enterarse que el fraile había dejado por escrito ocho años antes la confesión de su madre.

¿Murió allí preso? No. Tras esos largos años la viuda María Cristina se le hace saber que hay un anciano preso cuya barba le llega a la cintura, entonces ella ordena su liberación (estando ya Ferando VII muerto nadie contraría la orden).


Sin embargo, el fraile murió dos años más tarde por tuberculosis.





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