Subscribe:

Ads 468x60px

lunes, 15 de agosto de 2016

Poveglia: la isla de la peste y la ceniza. Los muertos de Venecia.


Buenos días lector:

Después de algún tiempo retomemos curiosidades de la historia y hoy me gustaría tratar un tema de lo que, si bien a uno apetece olvidar por vergüenza, es peligroso olvidarse y sus víctimas merecen ser recordadas; tal y como vimos en Atolón Bikini: playas de cristal. Islas malditas por herencia atómica

En este caso nos trasladamos a la isla de Poveglia, que se encuentra entre Venecia y el Lido en la Laguna de la ciudad. Esta isla hoy en día es propiedad del gobierno italiano e intenta subastarla. Nadie vive allí y su visita está prohibida. Actualmente los únicos que acceden a ella son los dueños de vides, las cuales prosperan a un caro precio pues ni los pescadores desean echar sus redes en las inmediaciones de la isla.


Y no es para menos.

Su origen de su historia se remonta a la Edad Moderna cuando la peste arribó a las costas mediterráneas de Europa a través de los barcos de los mercaderes que regresaban de Asia, portando las ratas y las pulgas (pues fueron estas las causantes de llevar la enfermedad letal).

Cuando la peste se extendió por toda Europa en el siglo XVI arrasó con dos terceras partes de la población, Venecia se vio terriblemente afectada por la enfermedad y sus miles de cadáveres se acumulan. Así, la ciudad decidió alejar a sus muertos y llevarlos a la isla donde los quemarían en piras gigantescas.

Pero fueron aún más allá: los enfermos moribundos de peste bubónica también fueron trasladados a la isla para morir allí y evitar nuevos contagios. Más de 160.000 personas las arrojaron a las llamas todavía vivas.

Tal fue la ingente cantidad de muertos calcinados en la isla que se creo una ceniza espesa y pegajosa que cubrió toda la isla y su centro, es literalmente restos humanos. Siglos después siguen saliendo restos humanos a las orillas. Por ello los pescadores no echan sus redes, capturarían huesos en vez de peces.

Esta historia terrible tuvo su fin, la isla quedó abandonada hasta 1922, pero otra historia comenzó, no menos oscura. Se construyó un psiquiátrico, y como tantos otros de las época, se practicó experimentos y torturas a sus enfermos hoy en día totalmente abandonadas por su crueldad (lobotomías y trepanaciones). Actualmente está el edificio en pie pero abandonado, y la muerte del doctor, arrojándose por el campanario, a dado a la isla infinidad de relatos fantasmales (pero eso lo dejaré para blogs dedicados a estos temas).

No es extraño que una ciudad como Venecia quiera desprenderse de este pedazo de historia tan diferente a las ideas que tenemos asociadas a tan bello sitio. Pero cuidado, no es de sus muertos de quienes tenemos que avergonzarnos. 

Atentamente,                                                                                                   
Elena Rojas                     
                                                                 


amazon