Subscribe:

Ads 468x60px

sábado, 2 de julio de 2016

Atolón bikini: Playa de cristal. Islas malditas por herencia atómica


Buenas tardes lector:

Es curioso a veces cuál es el origen de determinadas expresiones o palabras ( como ya hemos visto en anteriores artículos). En este caso, la palabra "bikini" nos trae rápido una sonrisa: ese bañador de dos piezas revolucionario en su época que tanto preferimos las mujeres al bañador tradicional de una sola pieza. En sus inicios, para su venta se solía utilizar la expresión: "atrapa más calor que en las islas de bikini".



¿Pero qué islas son estas? ¿Un paraíso perfecto para lucir esta prenda y broncearse al sol?

Nada más lejos de la triste realidad.

La islas del atolón Bikini fueron arrasadas por bombas atómicas. Con 23 ensayos nucleares que provocaron que hoy en día siga deshabitado.


Este atolón forma parte de las islas Marshall del océano Pacífico, donde existía una maravillosa biodiversidad totalmente extinguida. Este atolón, junto a otros, sirvió para ensayos nucleares por parte de los norteamericanos poco después de la II Guerra Mundial.

Desalojaron a los habitantes nativos de la isla, rodearon con buques de guerra llenos de animales e hicieron estallar una bomba atómica para ver sus efectos radioactivos en los buques. Pensando que podría ser "algo nocivo" para el hombre, decidieron enviar burros y cabras en su defecto (a los que pelaron y pusieron bronceador para protegerlos del exceso de calor creyendo que iban a sobrevivir). Enviaron a los soldados al día siguiente a comprobar el estado de los animales sin protección alguna contra la radiación.



Las bombas atómicas tenían el nombre de "Crossroads" y "Castle brabo" hoy consideradas como malditas por sus nefastas consecuencias. Hubo dos intentos por parte de los americanos de devolver a los nativos a sus islas creyendo que estaba ya descontaminado, ante la pronta aparición de cáncer y fallecimiento de la gente tuvieron que volverlos a sacar. Se les pagó 15 millones de dólares a los nativos como indemnización. Si bien Francia y Reino Unido también hicieron sus respectivos ensayos en sus islas colonizadas, siempre fue EEUU quien protagonizó mayor número de ellos.

Esto es sólo un ejemplo, en otros atolones del Pacífico se realizó múltiples ensayos con bombas atómicas que más de una vez resultó ser que tenía más megatones de lo que en un principio creyeron que iba a resultar de la explosión. Esto fue lo que pasó en Enewetak, donde hicieron desaparecer una isla entera sin dejar rastro de ella (sus restos de arena y coral llegó a kilómetros de distancia y a todo humano que le cayó encima estos restos comenzaron a sangrar y murió por la radiación). Otras islas tuvieron como resultado que sus arenas se hicieron cristal por las altas temperaturas.


Hoy en día buceadores valientes se acercan a la zona para ver estos buques hundidos y las malformaciones de los animales marinos. Pero ante todo, recordemos que las consecuencias llegan a la actualidad, el ecosistema marino sigue sufriendo esa herencia radioactiva, las islas están extintas de vida y las bajas humanas de aquel entonces no hay indemnización que pueda enmendarlo.

Y no olvidemos que actualmente cada potencia tiene sus cabezas nucleares.

Atentamente,                                                                                                   
Elena Rojas                     
                                                                 


amazon