Subscribe:

Ads 468x60px

jueves, 13 de agosto de 2015

La sombra ignorada (7)

Buenos días querido lector: 


 La siguiente entrega de la sombra ignorada para empezar el día :

-Sé que aún no lo entiendes demasiado bien, pero es por el propio bien del chico, Álvaro salió y él era un auténtico matado- me explicó Santiago, sin rodeos. –Ahora que no podrá beneficiarse de esa persona anónima, va a quedar muy mal de tanto que se las ha echado. David puede desenvolverse mejor solito- aclaró el director.
-De ahí su insistencia por volver- comprendí.
Todos esperamos a David hasta el mediodía, como seguía sin venir y no respondía a las llamadas. El jefe me ordenó que continuara o con el caso así que salir a buscarlo para detenerlo.
“Muy bien” pensaba, “si quieres cazar a la persona que anda detrás del seudónimo, no puedes empezar de cero, llevará mucho tiempo y repetiría los mismos pasos inútiles que David. Además, si el caso lo empezamos los dos, lo terminamos los dos” decidí y me dirigí a su casa.
Cuando me dejó entrar salía otro hombre.
-¿Sabes quién era?- me preguntó.
-No y no me tiene que importar- indiqué.
-Es un amigo periodista, mañana casualmente se encontrará conmigo y me preguntará por el caso…- prefirió no terminar la frase.
-Cuando lo vea “La sombra” por la tele se ve a coger un mosqueo de padre y señor mío- opiné. -¿Merece la pena? Creo que puede fastidiarte mucho- le planteé.
Si, lo sé, no era la más indicada para preguntarlo.
-Sólo si hay algo que ocultar- contestó.
-Salvo que llevé aparatos y una vez me senté en un banco del colegio con pintura húmeda…- me encogí de hombros.
-Raro, suele escoger a quien puede chantajear y tenerlo bien atado- comentó
-¿Y tú?-.
-Mi hermano traficaba droga y una vez para librarse escondió en mi cuarto droga… pero luego se demostró que yo no tenía nada que ver… me figuro que no lo investigó y le salió por la culata, también me figuro que no cometería el error dos veces. Por algo quiere que ocupes mi puesto-.
-¿Ya  sabes lo que dejó?-.
-No es que sea el más hábil… pero al séptimo mensaje en el contestador lo capto- asintió, -¿venías a convencerme de parte de ellos? Si vas a seguir tú sola con el caso, no me importa-, no veía malicia en sus ojos.
-No, venía a consultarte, empezamos como equipo y terminaremos así aunque sólo llevemos este- expuse, -como me imaginaba que lo tenías claro, venía a consultarte sobre lo que habías indagado acerca de “La sombra”- pedí.
Me miró como si mirase al vecino loco.
-¿Y lo  que yo te digo de que no te metas…? Estoy mal, tomo pastillas, me destrozó la vida, no escuché a mi familia, no tengo novia, no vivo mi vida… ¿sigo enumerando o ya dejé claro que estoy hecho polvo? – me aconsejó.
-¿Has probado a ponerte en contacto con “La sombra”?- le interrogué directamente.
Se me quedó mirando atónito.
Me empezaba a acostumbrar a sus miradas.
-Pues no-.

Regresé al trabajo y le entregué a Santiago la dimisión de David, la verdad no es que se interesara mucho, en realidad ni lo miró, sólo me preguntó por el caso.
-Estoy en ello- me limité a responder a lo que me pareció en ese momento no más que un ratón asustado. Algo gordo debía ocultar.
Me quedé en mi mesa de trabajo hasta tarde y vi como mis compañeros se fueron marchando, leía en sus rostros “ya está igual que David, acabará mal”.
Les iba a demostrar que no.
Al final me quedé sola, bueno, la señora de limpieza me hacía compañía, limpiando todo lo que dejó “La sombra”, le habían ordenado que no se largara hasta que hiciera desaparecer todo.
Por pena, es que a mí se me ablanda el corazón muy fácilmente, me quedé con ella y al final, antes de dejar el centro dejé caer la nota.

Quiero hablar contigo,
has ganado, David dimite y yo ocuparé su puesto
voy a descubrirte, nada tengo que ocultar
también puedes ser más limpio y considerado con doña Mercedes
Elisa

Lo sé, no hace falta que me lo digas, debería haber sido sutil, pero yo no tenía la paciencia de David y no me veía tres años detrás de “La sombra”.
Al regresar a mi piso me encontré a David esperándome en el portal, llevaba una maleta.
-¿Qué haces aquí?- quise saber, extrañada.
-Darte lo que me has pedido, ya que está claro que no vas a abandonar, esto es lo que pude averiguar, no es mucho pero es difícil seguir el rastro a una sombra- opinó, encogiéndose de hombros.
-Gracias, no hacía falta que me lo trajeras esta misma noche, he regresado hoy tarde- comenté.
-También he venido para decirte que tengas cuidado cuando “La sombra” se entere, aunque algo se tiene que imaginar al enterarse de mi dimisión, el caso es de ambos y te exigirá responsabilidades a mí y a ti… no sé de lo que es capaz- concluyó, su voz no temblaba, pero se le veía miedo en los ojos.
-¿Tú seguirás conmigo aunque ya no trabajes ahí?- le pregunté, él afirmó sin dudarlo.
-Entonces ya estoy segura- dictaminé subiendo y haciendo un gesto para que subiera. –Vamos, dos cabezas piensan mejor que una- insistí al verlo pensativo.
Tan pronto como llegamos al piso nos pusimos a mirarlo todo, para mi sorpresa, como no tenía modo de acercarse a “La sombra” ya que no dejaba rastro y dado su grado de perfección tenía que ser alguien que conociese el oficio, se había acercado a él a través de los demás.
Tenía información de sus compañeros, los había estudiado a fondo.
-Todo esto es referente a Maca, este es su secreto con el que “La sombra” le chantajea: su tío murió asesinado y el caso no se resolvió, descubrí que abusaron de ella de pequeña y aunque no lo pueda demostrar reuní suficientes datos para suponer quien fue. Seguro que “La sombra” si habrá conseguido alguna prueba- imaginó. Me quedé boquiabierta, pero sinceramente, entre tú y yo, habría hecho lo mismo.
-Vaya con el tío, le fastidia incluso muerto- me limité a decir.
-Lo de Julián no es ninguna venganza, un corrupto, o más bien drogadicto, o no, no estoy muy seguro si es para propio consumo o para tráfico, lo que sé es que cada vez que se confisca droga, algún kilito se pierde- siguió.

-Está más pillado que Maca y “La sombra” lo podrá demostrar fácilmente- razoné, -y en cuanto al uso me figuro que un poquito de las dos- añadí, mirando el material. -¿Y de Santiago?-.

Atentamente,

Elena Rojas

0 comentarios:

Publicar un comentario