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lunes, 7 de diciembre de 2015

Los Grandes de España en la fortuna de Canarias: Marqueses


Buenos días lector:


Si he de ser sincera tenía hace tiempo ganas de escribir este artículo, pero antes quería recabar bien la información. 


En Canarias tenemos mucha historia condesada, títulos, nobles, marquesados, casas y palacios históricos sin igual para estas islas. Muchos fueron los nobles que se vinieron a Canarias y aquí pudieron expandir todo su esplendor y atesorar las mejores tierras y construir las casas que hoy en día son los Ayuntamientos, museos o casas históricos de enorme y única belleza donde confluyen la influencia de varios países europeos.

Comencemos:

A los "Grandes de España" se les adjudicaba a los nobles de mayor rango, aquellos que tenían los títulos de mayor valor entre la nobleza (duques o marqueses) lo más cercanos a la Corte y el Rey y; como no, los más ricos.

Tras la Reconquista no sólo castellanos vinieron a Canarias, sino también genoveses (Ponte, Lercaro) y flamencos (Monteverde).

Los primeros en asentarse fueron los Condes de la Gomera, con que la familia Herrera-Peraza no sólo estableció sus posesiones en esta isla, sino que construyeron torres en Tenerife y Gran Canaria; además de expulsar a los portugueses de Lanzarote. Su linaje fue conocido por la dureza con los hombres de su señorío.

Conde y Marqués de Lanzarote es concedido a uno de los sucesores de Herrera (Agustín Herrera-Rojas).

El siguiente título a expedir por la Corona de Castilla es el del Marqués de Celada  a Alonso Fernández de Córdoba- Figueroa, pero pronto este título se hará cargo la familia de los Ascanio quienes se mantendrán en la nobleza canaria.

El Marqués de Adeje recaerá en la familia Ponte quién será una poderosa familia con el paso de los años y tendrán su relevancia y riqueza de los ingenios de azúcar y los matrimonios concertados con demás nobleza canaria.

Los títulos de Marqués de Alciázar y Marqués de Villanueva del Prado recaerá en la familia de Nava y Grimon, de las más reconocidas y sonadas actualmente y cuyo palacio hoy en día sigue siendo de los más destacados e imponentes (por no hablar de su labor por la cultura). Los Nava y Grimon pronto tuvieron relaciones con los Polier y Sopranis, que los hizo más fuertes.



El título de Marqués de la Torre- Hermosa fue entregado a los Lugo-Calderón pero pronto recayó en los Cólogan, quiénes también prosperaron y se mantuvieron.

Conde de Valle de Salazar es concedido a Cristóbal Lázaro Salazar de Frías, familia poderosa en Burgos que cayó en desgracia y vino a parar en Canarias estableciendo palacios en La Palma y Tenerife, quedando hoy su palacio el actual obispado, su marquesado en El Sauzal y sus criptas en el Antiguo Instituto Cabrera Pinto y la Iglesia de San Pedro del Sauzal (entre otros). La unión de los Salazar y Sorlózano facilitó el título de Marqués de siete fuentes.


Marqués de la Quinta Roja es un título que recayó y se mantuvo en la familia Ponte, quedando hoy como sitio más curioso el Jardín Mausoleo masón de La Orotava.



El título de Marqués de Bajamar fue otorgado a los Sopranis y Polier que tras su corta estancia en Sevilla de estos genoveses mayor fortuna encontraron en Tenerife.

Muy curioso es el título de Marqués de Tenerife por ser directamente de la isla y no uno de los lugares de ella, fue concedido a Mariano Weyler y su influencia fue tal que hoy en día la plaza enfrente de capitanía y que abre a la calle principal de la capital de la isla tiene su apellido.

Otro título de gran peso en Gran Canaria es el Marqués de Arucas, concedido a Ramón Madan y Uriondo Cambreleng y Duggi, quién tuvo su propio marquesado también. 



El título de Marqués de Muni recae en Telde a Fernando León y Castillo.

El título de Condesa de Rodríguez de Azero y Salazar de Santa María de Abona es otorgado, según Bula de S.S. el Papa Pío XII  María de las Mercedes Rodríguez de Azero; es muy interesante porque es ortogado por bula papal en vez de la Corona y es directamente a una mujer.

Tal y como estamos viendo, muchos títulos son para unas islas considerando su tamaño en comparación a la península. La Corona de Castilla concedió 390 títulos nobiliarios y 37 de ellos fueron a parar a Canarias, lo cual es bastante a decir verdad. No nos ha de extrañar si pensamos que se premió a los conquistadores que se hicieron con las islas en nombre de los Reyes con títulos y tierras, más que se tenía que poblar las islas, establecerse señoríos y cobrar los debidos impuestos lo cual recaudaría las arcas reales.
Además, para muchas familias, era más fácil hacer fortunas en las islas que ya en la península donde las tierras ya estaban repartidas.

Aún así, hay títulos sin nombrar y otras familias poderosas como los Ossuna, Monteverde o los Lercaro de los que ya hablaremos

Atentamente,








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