Subscribe:

Ads 468x60px

jueves, 13 de agosto de 2015

La sombra ignorada (6)

Buenas tardes querido lector:




-Al principio estábamos un tanto contentos, ganábamos un sueldo y no hacíamos el trabajo y a esa persona no parecía importarle seguir en el anonimato y no ganar nada a cambio… Santiago empezó a adquirir fama y a Álvaro, el antiguo ayudante también le empezó a cogerle el gustito y a echárselas… ahí empezó a enfadarse La sombra y a imponer su voluntad… Pronto nos convertimos en sus asustadizos subordinados, no sé como tiene acceso a todo, pero lo tiene…- aseguró con una sonrisa amarga.
-David, hay que averiguar quien es- expuse yo. Ahí se que se rió con ganas.
-¿Qué crees? ¿Qué a ninguno se nos ha ocurrido descubrirle? Que no eres la única que vino aquí con ganas, lo intentamos todo, pero cada vez que nos quedábamos a espiar él no venía, no sé como porras lo sabía…-.
-David, para saber sobre los casos y cuando se quedaban a esperarlo tenía que ser uno de ustedes- apunté.
-La cosa es que estábamos todos juntos esperándole- aclaró, ahí me callé.
-Cuando Álvaro se empezó a pasar la sombra se enfadó y le amenazó de que si seguía así todos los casos de sus compañeros se resolverían menos los suyos. Él no hizo caso y los casos seguían apareciendo resueltos, pero cuando iba a arrestar al culpable descubría que le había preparado una trampa, le pasó tres veces y en cada una lo intentaba tapar todo para que no lo supiera nadie y siguiera la fama. Al final se vio obligado a marcharse, la sombra lo expulsó por no comportarse como él quería…-.
-¿Y cómo quiere que se comporten?- pregunté.
-Depende de cada uno, yo por ejemplo, se enfadó hace seis meses porque a pesar de que había resuelto el caso no quise darlo yo resuelto porque el asesino fue una niña de seis años que mató a su padre porque maltrataba a su madre. Pero él es exigente, los quiere todos, absolutamente todos, resueltos… y así con cosas que van surgiendo. A Santiago le exige que consiga determinados casos que él quiere descifrar… que eche o incluya a tal persona. Suele escoger a los mejores para demostrar que él es aún mejor… a veces, por algún motivo, exige dinero o que consigamos varios billetes al extranjero. Siempre intentamos localizarle pero cuando averiguamos cual fue su verdadero destino ya es tarde…- siguió contando.
-Vamos, que también le gusta irse de vacaciones, ¿y mientras él está de vacaciones…?-.
-Nosotros ya estamos tan absorbidos por él que tenemos que también coger vacaciones al mismo tiempo. Al principio las malgastamos en perseguirle… ya no-.
-¿Y supongo que cámaras…?-, se volvió a echar a reír.
-Conoce mejor que nadie este edificio. Santiago, Maca, Enrique y Julián ya prefieren no hacer caso, dejar pasar y punto… así no se vuelven locos. Quizá así  han sido más inteligentes que yo… llevo tres años en que me obsesioné intentando descubrirle, no hizo más que reírse de mí… yo ya estoy cansado y voy a hacer que me eche cuando vea que no quiero encerrar a un pobre loco infeliz  que pensaba que salvaba a su amigo matándolo… se enfadará y obligará a Santiago que se asegure de que no trabaje en ningún otro sitio y que acabe dirigiendo el tráfico… ya me da igual. Ha ganado  y he aceptado que es el más inteligente y el Dios que quiere ser aquí… a veces me pregunto si es humano o está vivo-.
En aquellos momentos vi a un joven con el alma vieja y cansada, con ojos derrotados y resignados.
-No habré ganado la guerra, pero si esta última batalla. Habrá un caso sin resolver, una mancha en su condenado expediente intachable y me da igual las consecuencias- aseguró con firme decisión. –Y tú, Elisa, o lo aceptas y haces como ellos o te volverás loca como yo, también tienes la opción de marcharte- me expuso antes de marcharse.
Salí de la habitación, el resto del equipo me miró y lo supo.
“Ya estás dentro”.
¿Piensas que al oír esto dudé?
¿Qué me entró miedo y recapacité?
Ni por un momento.
No me sirvió la experiencia de David, estaba tan ciega que sólo veía que ese era mi caso, él que estaba destinado a resolverlo yo y me lanzaría al cumplimiento de mis sueños.
Si, una persona puede  cometer muchos errores cuando es tozuda e impulsiva.

David dejó marcharse al vecino y no le comentó nada a los compañeros. Al día siguiente cuando volví al trabajo no encontré a nadie del equipo en sus mesas, sólo encontré a la señora de la limpieza regando las plantas.
-Están todos en el despacho del jefe- me indicó. – Y dígale a su amigo que no lo enfade, que soy yo la que luego limpia lo que hace- pidió.
-¿Perdón? ¿Qué ha hecho David?- pregunté, -¿qué ensució?-.
-Niña… su amigo ha enfadado a La sombra y  se expresa dejando mensajes por todas partes- señaló a la sala donde se reúne todos para hablar.
Entré un momento y vi como la pizarra, las sillas, mesas y paredes tenían el mismo mensaje.

“Encierra al vecino del suicida, David, o Elisa ocupará tu puesto”

Estaba escrito con letra de imprenta así que comprendí que, efectivamente, era muy inteligente y ya estaba cansado de David, él único que le plantaba cara y a lo mejor, sin él saberlo, empezaba a acercarse. Mientras que yo no sería más que su juguete para demostrarse que era más listo que yo.
Pues yo también le daría guerra.
Aunque te suene raro, en eso no me equivoqué.
Fui al despacho de Santiago, donde se encontraban todos reunidos.
-¿Sabes dónde está David? Porque la está fastidiando- se quejó Julián.
-Yo también te deseo buenos días- ironicé. – No, pensaba que había venido- repliqué.
-Si esta no se entera de nada- replicó.
-Julián, vale ya, tú tardaste dos meses en pillarlo- le recordó Maca, irritada.
-Elisa, el caso es también tuyo y últimamente David ya no lleva bien esto ¿por qué no lo terminas tú y dejamos que él se marche, que es lo que quiere?- me propuso Santiago.
-No exactamente, él quiere terminar el caso como no resuelto- me atreví a corregirle con cautela.
-Pues por eso, hay que evitarlo, en serio, no te imaginas de que es capaz esa “sombra” cuando se enfada- suplicó Maca, nerviosa. –Es que nos tiene a todos pillados ¿sabes? Y puede arruinarnos- siguió.
-¿En qué sentidos les tiene pillados?- inquirí.

-Pues que a estas alturas ya debe saber los trapos sucios o tus secretos del pasado y los utilizará contra ti si no haces lo que quieres. Todo tiene un precio y una vez que entras para salir es por la puerta pequeña y tocando fondo- soltó Julián crispado.

Atentamente,

Elena Rojas

0 comentarios:

Publicar un comentario