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martes, 18 de agosto de 2015

La sombra ignorada. Final


Buenas tardes querido lector:

Y he aquí el final!!

-Tú eliges, déjame marchar y sálvalo, si me coges, le dispararé y morirá. Fuiste la única que me decías buenos días, él no me miró una vez y estaba obsesionado con “La sombra”, me tenía delante todos los días…-.
-Así sabías todo, cuando iban a venir por las noches, que planeaban porque los escuchabas. Claro que tienes acceso a todo y  conoces esto bien, el edificio y los casos, la luz, las cámaras… es tu trabajo- como era que no me había dado cuenta, ni sospechar.
-Nadie vio capaz a un hombre de mantenimiento o a una mujer de limpieza… ni al sobrino porque no había estudiado oficialmente… mi coartada perfecta-.
-Lárgate, miserable, te cogeré y no merece que sacrifique a David por ti- decidí mientras oía a las ambulancias. – Y yo no tenía nada con qué chantajearme- l espeté, furiosa.
-¿No? ¿Recuerdas una vez que un joven guapo te pidió que lo ayudaras a fugarse con su novia? ¿Qué su padre era policía y los buscaba para separarlos? Ayudaste a un secuestrador violador que la policía llevaba años buscándolo por siete chicas desaparecidas, iban a cogerle por fin… escapó gracias a ti. Era tan guapo que sólo tenías ojos para él y no viste la asustada cara de la “novia”. Desde entonces ha violado y prostituido a otras siete chicas y la policía no da con él. A investigarlo di contigo… te enviaré datos para que lo cojas-.
“Te enviaré datos para que lo cojas”
Fueron sus últimas palabras, ni le vi marcharse, sólo tenía ojos para David que se moría en mis brazos.

David murió en mis brazos.

Le eché la culpa a “La sombra” por dispararle.
Me eché la culpa por no confiar en él.
A “La sombra” se le cumplió su deseo y se le conoce por todo el país.
Todos intentan darle caza.
Él sigue resolviendo casos.
Es la pesadilla de los asesinos.
El sin vivir de los policías.
Yo, al final, con el tiempo y pasando con paciencia experiencia por mis venas, le seguí el rastro al secuestrador y tras años detrás suya le cogí.
Eso sirvió para salvar a futuras víctimas suyas y a que mi nombre salga en la tele.
Limpiamente, los datos que me enviaba “La sombra” nunca los vi, los quemaba.
Él cree que tiene una deuda conmigo.
Ahora, Nelson y yo… si Nelson, David murió en mis brazos, el chico destrozado y obsesionado, volvió al ser del que una vez huyó… resolvemos casos juntos, pero no perseguimos a “La sombra”… me dijo la verdad en lo referente a las muertes de aquella noche… mientras no mate, no le daremos el gusto de obsesionarnos con él otra vez como mucho investigadores están y permitiendo que se vengue.
Ahora, ya cansada para la vida agitada que soñé y viví simplemente me limito a contarte uno de los casos de tantos en que estuve.
No fue mi caso como siempre pensé, pero sí el que marcó mi vida.


Y el de “La sombra”.



¿Qué te ha parecido?

Atentamente,

Elena Rojas

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